En el entorno natural de Fuenterrebollo podemos disfrutar del Chotacabras Gris Caprimulgus europaeus, como podéis observar en la fotografía, se encuentra en el centro y es bastante complicado encontrarla tanto aquí como en el campo debido a que su plumaje es altamente mimético y se confunde perfectamente con la corteza de una rama de pino.
Esta ave vive en bosques abiertos de pinos y otras especies caducifolias al que llega a mediados de abril para criar hasta mediados de septiembre que regresa a África donde pasa el resto del año.
Es un ave nocturna por lo que permanece inmóvil durante del día en el suelo que es donde tiene el nido, por la noche sale a cazar insectos voladores que gracias a que posee un pico corto pero muy ancho lo usa como red, así como su vuelo errático y silencioso capturando los sin problema.
Esta ave en la zona es conocida por "Engañabobos" y según me ha comentado algunos resineros jubilados también los llamaban "Capachos", esta ave es muy complicada de ver debido como ya he dicho antes al plumaje que tiene, puedes estar paseando a escasos metros y no darte cuenta de su presencia, ya que tan solo echara a volar cuando se vea en verdadero peligro, por lo que se mantendrá inmóvil protegiendo el nido y con el ojo medio cerrado observando tus movimientos.
Seguidamente que nos alejemos del lugar el Chotacabras cambiara los huevos de sitio a otro lugar o a unos metros donde se encontraba siendo así mas complicado el regreso de depredadores al nido.
Como ya he señalado en alguna foto se distingue bien el ojo y la cola y si os fijáis detenidamente se ven algunas plumas redondeadas o las que constituyen la cola ambas de diferentes tonos grises.
El Chotacabras no construye un nido como tal por lo que deposita los huevos en un pequeño hueco y normalmente siempre buscando la proximidad de troncos o ramas secas. Pone normalmente dos huevos que incuba durante unos 20 días.
Hay algunas curiosidades de tanto el nombre común como del científico, que hacen referencia a que estas aves al cazar insectos cerca de zonas de ganado se promovio una falsa creencia sobre que chupaban leche de las ubres de las cabras.
Sin ninguna duda este es un claro ejemplo de que la naturaleza es muy sabia y que nosotros debemos de protegerla y conservarla para así poder seguir disfrutando de estas maravillosas y espectaculares aves.
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